2/2/10

Lucha de gigantes

Los gigantes están de moda en Chile. Este fin de semana culminó la presentación de "La Invitación: la pequeña Gigante y su tío Escafandra", títeres descomunales que la compañía Royal de Luxe trajó a las calles de Santiago para protagonizar una entretenida búsqueda y un emotivo encuentro.  Pero no todo es amor entre gigantes. Al tratar de definir los precios de los libros electrónicos, también se arman mochas.
(Fotografía: alter_nati_va en Flickr)

Es indudable que nuestro amigo Amazon es en la actualidad el "gigante" de los libros electrónicos. Sin embargo, está teniendo algunos días agitados, de la mano de la editorial norteamericana Macmillan. Según este blog de K.T. Bradford, editor de LAPTOP magazine, el descontento viene de que Amazon no quiere vender libros electrónicos a más de USD 9,99. Y obviamente, Macmillan los quiere vender más caro (alrededor de USD 15, según este artículo del New York Times). ¿Duelo de vendedores de alfombras persas hasta ahora, con poco que ver con una lucha gulliveriana? OK. Pero es interesante ahondar el tema.

Amazon y sus libros a 10 dólares
El querer regular los precios de los libros electrónicos a niveles módicos parece loable, aparte del hecho que es probablemente la única forma de asegurar el negocio. Sin embargo, Amazon tiene la mala costumbre de querer quedarse con la parte del león. En efecto, para cada libro vendido en su portal, se quedan en promedio con el 50% del precio de venta. El resto del producto de la venta lo comparten la editorial y el autor. En estas condiciones, obligar los editores a reducir sus ganancias para obedecer a una estricta política de precios no es probablemente la mejor manera de asegurar el negocio. Además, por el otro lado, Apple ofrece a través de su iStore, a las editoriales condiciones más ventajosas: un precio de USD 15 y una repartición del producto de la venta de 30/70 entre la plataforma y el dueño del contenido.

El editor, actor sensible del negocio de los libros electrónicos
Efectivamente, en el negocio de los libros electrónicos, hay que cuidar el editor. Es el corazón de la actividad literaria, en el sentido que es él que irriga la sangre (producida por los escritores) a sus venas (las redes de distribución). Los costos de edición de un libro electrónico son un poco más bajos que los de un libro físico, pero los niveles no son muy diferentes: según Bradford, los gastos de impresión no representan más de 10% del costo total de edición. Al parecer, Amazon se dio cuenta de ello y está empezando a cambiar sus reglas, como lo explicábamos hace algunos días al final de este artículo. Además, llegaron a un acuerdo con Macmillan, donde dejan a esta editorial libre elección de un precio que oscila entre los 13 y 15 dólares.

Un pregunta interesante a hacerse es ¿Por qué Amazon, que finalmente no es más que un distribuidor, está autorizado a fijar precios de forma unilateral? Finalmente, los precios ¿no los debería determinar la ley de oferta y demanda?

De todas formas, esta lucha de gigantes está demostrando que el modelo económico de los libros electrónicos está recorriendo aún el camino a su madurez. Exactamente como una pequeña muñeca que se estuvo paseando por las calles de la ciudad estos últimos días...

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